La mayoría de las personas confunden las avispas con las abejas, y con frecuencia dicen haber sido picados, de manera fortuita, por una abeja. Luego, indagando un poco más sobre el momento de la picadura descubrimos que fue en una picnic, comida en el campo, o en una piscina. Puedo asegurar que la responsable de esa picadura fortuita que persiste en la memoria no fue una abeja, fue una avispa. La abeja nunca merodea donde está el ser humano, no come de su comida, y no pica por picar porque no es, en absoluto, agresiva.
Lógicamente, las personas recuerdan ese momento el dolor. Pero quienes llevamos algún tiempo con abejas y, en mi caso, hemos sido tratados con abejas, sabemos de la capacidad curativa de las mismas. Y es sabido que los apicultores apenas padecen de reuma, ciática o lumbago.
También sabemos, y hemos podido observar, la relación entre las picaduras de abeja y los puntos de acupuntura correspondientes a la dolencia o desequilibrio energético del momento. Las abejas "saben" dónde tienen que picar. Y lo saben, porque ven claramente dónde está el desequilibrio energético, lo interpretan como algo no natural y como una "agresión". Por tanto, al “defenderse” y picar dan lugar a un reequilibrio, mucho más potente y rápido que el de la acupuntura por los componentes químicos del veneno
Ya se ha comprobado científicamente la relación entre las endorfinas que segrega el cuerpo y las curaciones llamadas "espontáneas". El efecto de la picadura hace que las endorfinas aumenten considerablemente. El veneno continúa el trabajo junto con otros elementos que están en el torrente sanguíneo. Y, si la persona descubre el origen por el que se ha producido la enfermedad, entonces el restablecimiento es un hecho.
Picarse, aún sin estar enfermo, como profilaxis puede ser algo saludable en sí mismo. Es algo muy frecuente que hacemos muchas personas ya curadas. Lo recomiendo.
ADVERTENCIA MUY IMPORTANTE: El veneno de abeja, en mayor medida, y los otros productos de la colmena pueden producir reacciones alérgicas en algunas personas. La información aquí contenida está realizada tan sólo con propósitos informativos y no debe de ser interpretada o usada para autoterapia. Debe acudir siempre a un médico o un apiterapeuta cualificado.
Una prueba de alergia previa a la utilización del veneno de la abeja es imprescindible