Fitoterapia: Plantas Medicinales
En el antiguo Egipto se utilizaban ciertas maceraciones de plantas como anestesia, además de resinas y salmueras como antiséptico. En China, al igual que en la India y en Japón se empleaban las fórmulas con vegetales desde hace más de tres mil años.
En Europa el arte de curar con plantas medicinales llegó al máximo nivel en la Edad Media.
Durante mucho tiempo los remedios naturales, y sobre todo las plantas medicinales, fueron el principal e incluso el único recurso de que disponían los médicos.
La fitoterapia nunca ha dejado de tener vigencia. Muchas de las especies vegetales utilizadas por sus virtudes curativas entre los antiguos egipcios, griegos y romanos pasaron a formar parte de la farmacopea medieval, que más tarde se vio enriquecida por el aporte de los conocimientos del Nuevo Mundo. Dichas plantas medicinales y los remedios que entonces se utilizaban siguen vigentes en la actualidad.
A principio de este siglo, el desarrollo de la química y el descubrimiento de complejos procesos de síntesis orgánica desembocaron en una nueva producción de medicamentos. Para la fabricación de muchos de ellos utilizaron los principios activos de determinadas plantas medicinales, creyendo que las acciones imputables a dichas sustancias, se verían incrementadas, al poder realizar terapias donde la cantidad de principio activo es superior al que posee la planta. Nada más lejos de la realidad, ya que se comprobó que las propiedades de dichas sustancias, eran menos eficaces y existía peligro de producir intoxicaciones e intolerancias, cosa que no ocurría con la utilización de la planta entera.
Las plantas medicinales tienen propiedades curativas, analgésicas, antibióticas, diuréticas, tónicas, purgantes, digestivas, depurativas, cicatrizantes, carminativas, balsámicas y calmantes. Estimulan las defensas del organismo.
Refuerzan el funcionamiento óptimo de órganos y tejidos en funciones nutritivas, regenerativas. Contribuyen a la mineralización, eliminan toxinas favoreciendo la circulación sanguínea, por lo general no causan reacciones alérgicas.
Ventajas de las Plantas Medicinales
- Actúan de forma global sobre el organismo
- Su efecto es duradero
- Son de fácil preparación
- Son económicas
- Se pueden usar por periodos prolongados
- Tienen actividades polivalentes
Ventajas de las Plantas Medicinales
La administración de las plantas medicinales y de los productos derivados de éstas debe estar acompañada de los máximos cuidados, para garantizar el tratamiento. Contrariamente a la creencia general, los mejores resultados no siempre se obtienen con el uso de las plantas frescas o con preparaciones caseras.
CCataplasma
La cataplasma se prepara machacando la parte de la planta que contiene las propiedades curativas, se calienta y se aplica directamente sobre el área afectada.
Emplasto
Para preparar el emplasto se mezcla la parte de la planta a utilizar con harina, hasta tener una pasta que se aplica sobre el área afectada.
Cocimiento
Se prepara hirviendo durante algunos minutos la planta y luego se cuela.
Esta forma de usarse es apropiada en general para las partes duras de la planta, como son: troncos, raíces, cortezas y semillas.
Compresa
Es una preparación similar a la cataplasma, pero en este caso en lugar de aplicar la planta directamente, se utiliza una extracción acuosa, aplicada a un paño o toalla. Las compresas pueden ser calientes, generalmente aplicadas en el caso de inflamaciones y abscesos; o bien frías, preferibles para tratar casos de cefalea o conjuntivitis.
Ensalada
Es una forma de ingerir las hierbas medicinales en una forma directa, sin ninguna modificación o transformación. Se lavan las partes de la planta que se piensa ingerir, y se prepara como una ensalada tradicional, mezclándola con otras verduras o vegetales y sazonándolas como cualquier ensalada.
Extracto
Los principios activos de las plantas medicinales se obtienen también por un tipo de extracción llamada "sólido-liquido". Este proceso consta de tres etapas:
1. Penetración del disolvente en los tejidos de los vegetales e hinchazón;
2. Disolución de las sustancias extraíbles;
3. Difusión de las sustancias extraíbles disueltas fuera de la célula vegetal.
La forma de extracción más frecuente es por maceración, este proceso tiene algunas ventajas sobre la percolación y contracorriente. La extracción de los extractos requiere un cierto equipamiento y conocimiento de procesos químicos.
En su presentación final pueden ser: tinturas (1:10); extractos fluidos (1:2), blandos, con una consistencia parecida a la miel, viscosos o firmes (masas plásticas, que licúan al calentarlas), secos (cuando se ha desecado la mezcla) y nebulizados (obtenidos por atomización del disolvente.)
Gargarismo
Se usa para lograr la acción local en la boca y/o garganta y así limpiar de secreciones, bacterias e impurezas estas áreas. Puede usarse para prevenir infecciones bucales o respiratorias. Para prepararse el líquido se usan infusiones, cocimientos o jugos de la planta.
Infusión
Es la forma de preparación más frecuente y sencilla, se le denomina también té. Consiste en poner en contacto las partes de las plantas con agua hirviendo por unos minutos, dejando que se enfríe progresivamente. Al no usarse calor directo, garantiza que sus partes no sufren deterioro. Este método se usa para las partes blandas de las plantas como hojas y flores.
Jarabe
Los jarabes se preparan extrayendo con agua los componentes activos o medicinales de la planta y disolviéndolos después en esta una gran cantidad de azúcar o miel. La preparación se inicia en forma semejante a la infusión, pero se deja reposar algunas horas, luego se cuela el líquido, se agrega el azúcar o la miel, se diluye y se lleva a hervir algunos minutos para coagular las sustancias albuminosas, luego se cuela y se guarda en botella o frasco de color ámbar, se etiqueta y se guarda (hasta 30 días) en lugar limpio y preservado del calor y de la luz.
Jugo
Los jugos se obtienen siempre al exprimir o licuar las plantas frescas o sus frutos.
Lavados
Es la aplicación de infusiones, cocimientos o tinturas diluidas para tratar tópicamente afecciones externas localizadas, como heridas, llagas, úlceras, hemorroides, vaginitis y otras afecciones de la piel o de las mucosas.
Lavativa o enema
Es la aplicación de un preparado que se introduce a través del ano con una técnica especial, para la cual el que la aplica debe estar capacitado. Se aplica preferiblemente en ayunas y el paciente debe permanecer acostado del lado izquierdo durante la aplicación y durante un tiempo después de la aplicación hasta que haga su efecto.
Polvos
Los polvos se obtienen pulverizando la planta seca, el material puede ser retriturado y tamizado varias veces, hasta alcanzar el tamaño de partículas deseado. Los polvos vegetales son fáciles de manejar, formular y acondicionar en preparados fitofarmacéuticos, como el encapsulado o compresión para grageas.
Preparados fitofarmacéuticos
Con extractos procesados es posible hacer preparados fitofarmacéuticos que son más fáciles de dosificar, tales como formas sólidas como tabletas, grageas, y cápsulas. Formas líquidas como jarabes, gotas y soluciones y más sólidas como cremas ungüentos, pomadas y supositorios.
Tintura
Se obtiene dejando en contacto la parte de la planta seca a utilizar, con una mezcla de alcohol al 40% en agua durante 3-5 días, con agitación diaria y filtración.
Vapores
Los vapores de ciertas plantas emitidos por la acción del calor son utilizados para el tratamiento de las afecciones de la garganta y de las vías respiratorias.
Cocimiento
Se prepara hirviendo durante algunos minutos la planta y luego se cuela.
Esta forma de usarse es apropiada en general para las partes duras de la planta, como son: troncos, raíces, cortezas y semillas.
Desde el punto de vista de la Naturopatía, el estado morboso que se manifiesta a través de la enfermedad, es la consecuencia de una larga cadena de reacciones del organismo humano ante la relación desarmonizada del interior y el exterior. Difícilmente se vencerá a la enfermedad si antes no armonizamos la relación de estas fuerzas internas y externas.
Todo el mundo, en todo momento, participa en su propia salud o enfermedad mediante sus creencias, sentimientos y actitud hacia la vida, así como mediante el empleo de las terapias adecuadas.
Esta participación es el primer paso para cualquier persona que desee recuperarse.